Amado Hernandez, una vida a la carrera. 4º entrega
Estimados amigos, ya va quedando menos. Entramos en la cuenta atrás para nuestro evento deportivo. Y sí, si alguno pensaba que una carrera deportiva como la de Amado no puede resumirse en tres artículos, ha acertado. Aquí va la cuarta entrega.
De algunas de las carreras no hemos podido averiguar el año de su celebración, pero reseñamos la participación de Amado en ellas:
Se alzó con el triunfo en la maratón de Santander y en la de Lorca, y ganó la “Carrera de la Amistad”, en Barcelona.
Ya de veterano, en 1991, ganó la Jean Bouin, de Barcelona, en su categoría de veteranos; y la primera Maratón ACAF, de Terrassa, participando en esta como sénior, no como veterano.
También participó en la Olimpiada de Bomberos y Policía, en Barcelona, se celebraba por tramos de edad, consiguiendo cinco medallas: 5.000 m. lisos; 10.000 m lisos; Cross country; subida de los 40 pisos de la torre Mapfre, con equipación deportiva; y la quinta, también subida a la torre Mapfre, pero vestido con equipo completo de bombero: pantalón, chaquetón, botas, guantes, casco y equipo de aire que consiste en una botella de oxigeno y su máscara.
En el ámbito internacional, destacar su victoria en la “Montée du Revard – Aix-les-Bains”, de 19 kilómetros de subida.
Participó en las maratones de: Eugene, junto a Portland (en Portland está la matriz de Nike), en el estado de Oregón (EEUU), en septiembre de 1981, la acabó.
En la de Frankfurt, se encontraba bien y arrancó fuerte, pero se tuvo que retirar, y en Paris quedó noveno. En esta última, la prueba fue en mayo de 1981, siendo la de Frankfurt una semana antes.
También corrió en Glasgow, Escocia (Reino Unido), donde fue con un grupo de corredores y todos acabaron la carrera. La mksma circunstancia ocurrió en Londres y Nueva York.
Destacar que durante toda su vida deportiva, Amado sólo ha tenido un mítico entrenador, al que aquí queremos reconocer también: Domigo López Agreda.
Así mismo, a lo largo de estos años ha competido con atletas muy destacados, conservando amistad con un un buen puñado de ellos.
Encontramos a Amado compitiendo contra hombres como:
Abel Antón, Abel Perau, Alfonso Abellán, Antonio Prieto, Celedonio García, Domingo Catalán, Eliseo Martín, Emiliano García, Emiliano Morlans, Federico Wilmot, Fernando Díaz, Gil Ramperez, Jaime López Egea, Javier Cortés, Javier Yerno, Joan Antonio Balsera, José Pallarés, José Pro, José Antonio Adell, José Luis Mareca, Juan Ramón Muñoz, Luis Adsuara, Manuel Hernández, Mariano Haro, Martín Fiz, Martin Knapp, Miguel Ángel Panivino, Pedro Ferrando, Pedro Moreno Cazorla, Pere Casacuberta, Rafael Bejarano, Rafael García, Rafael Nogueras, Vicente Antón, Víctor Aured.
Para Amado la carrera más bonita fue la que ganó en Molina de Aragón, fue por la noche, “con la Robustina y tus paisanos aplaudiendo”. Estas palabras nos dicen todo sobre la persona de Amado.
Quizás habría que añadir que Amado siempre ha tenido ideas de bombero, por lo que le faltó la vocación para ser escolapio y de él se puede decir que ha sido cocinero antes que fraile. Cocinero o cocinilla, siempre generoso, nunca faltan en su despensa unas chuletas, una morcilla o una ristra de chorizos para obsequiar al que pasa por delante de su puerta.